¿Qué sistemas de juego se pueden aplicar en el fútbol?

Si eres aficionado al fútbol o formas parte ya de la estructura de algún club, sea del nivel que sea, probablemente ya sepas que un sistema de juego hace referencia no sólo a las posiciones específicas que ocupan los futbolistas en el terreno de juego previas a sus movimientos ofensivos o defensivos -lo cual se denomina esquema-, sino, sobre todo, al papel o rol que estos tienen asignado por su entrenador.

En definitiva, y a ‘grosso modo’, los principales objetivos de un sistema de juego -entre muchos otros- son:

• Determinar la situación ‘geográfica’ de cada jugador sobre el terreno de juego

• Establecer qué debe hacer cada uno de ellos en cada fase del partido: ofensiva, defensiva…

• Delimitar cada una de las posibles interacciones del equipo, como unidad, en cada partido

Pilares del desarrollo de un sistema de juego

Si bien las tácticas de fútbol han evolucionado notablemente durante los últimos 15 años, cada una de sus ‘partes’ sigue unos patrones establecidos básicos. Así, a la hora de ‘dar vida’ a sus propios sistemas tácticos, un preparador debe tener en mente multitud de factores; desde la correcta distribución de sus pupilos sobre el césped hasta el movimiento de estos sin balón, pasando, incluso, por la correcta ejecución de las transiciones.

Pero lo realmente importante es que, tanto el entrenador a la hora de planificarlo como el scout a la hora de desgranarlo, es dejar clara la distinción entre las tres zonas que debe abarcar:

• La Zona Defensiva o Zona de Iniciación, de la que forman parte los defensas y el portero. 

• La Zona de Creación, correspondiente a los miembros del centro del campo, incluidos, en muchas ocasiones, laterales y carrileros profundos.

• La Zona de Finalización, responsabilidad de delanteros y extremos.

Tipos más comunes de sistemas de juego

Atendiendo a las formas cada vez más variadas de encarar un encuentro y la polivalencia y especialización de los cuerpos técnicos contemporáneos, podemos señalar una serie de sistemas de juego básicos que, además, pueden ir acompañados de unos esquemas de juego u otros, en función de su idoneidad. Son los siguientes:

• Sistemas de Juego de Posición. Basan en la posesión del esférico y la máxima amplitud de sus futbolistas sobre el campo su razón de ser. El 4-3-3 y el 3-4-3 son los esquemas que mejor encajan con él.

• Sistemas de Ocupación o Incorporación. Buscan la profundidad ofensiva mediante incorporaciones al ataque de jugadores de líneas más retrasadas. Así, busca ocupar correctamente todos los espacios que se generan por detrás de la defensa del equipo rival, a quien otorga la iniciativa y la posesión del balón, a la espera de recuperarlo y atacar dichos espacios cuando se encuentran desprotegidos. Los esquemas predilectos de esta filosofía de juego serían el 4-2-3-1 y el 5-4-1, principalmente.

• Sistemas de Ocupación Racional. Se trata de aquellos marcados por la horizontalidad de sus líneas, en las que los futbolistas juegan muy ‘arropados’, con una importante profundidad defensiva. Con cada jugada que se finaliza sobre el césped o cada pelota perdida, el equipo se reestructura y reorganiza automáticamente. Tradicionalmente, el 4-4-2 o el 5-3-2 han sido los esquemas predilectos de los técnicos que apuestan por este sistema.

• Sistemas Mixtos. Desde el plano estratégico, son aquellos que buscan la amplitud ofensiva cuando se encuentran con la posesión del balón y todo lo contrario cuando no la tienen, creando una sensación de incertidumbre en el equipo rival. 

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